“Diego no conocía la mar. El padre,lo llevó a descubrirla. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" (Eduardo Galeano) Biblioteca de l'escola Eulàlia Bota de Barcelona.
dilluns, 28 de febrer del 2011
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OIII, Jaume! Segur que va ser un conte fantàstic!!! Des d'Escòcia les fotos fan molt bona pinta! Moltes gràcies!!! Segur que les girafes recordaran sempre aquest conte.
ResponEliminaMaria